jueves, 19 de octubre de 2017

Historia de una cesárea inesperada

Historia de una cesárea inesperada



Hola mis queridas y queridos lectores, el día de hoy quiero compartir con ustedes una historia muy personal, pero que cambio mi manera de ver la maternidad para siempre, hoy les quiero hablar de la historia del nacimiento de mi primer bebé.



Corría el mes de febrero cuando me entere de que estaba embarazada y esperaba de hecho mi segundo bebé, mi primer embarazo lamentablemente no siguió su curso y termino de manera natural, este episodio me genero una profunda tristeza y miedos que nunca pensé llegar a sentir, sin embargo con mi esposo no desistimos y continuamos intentando y fue así como iniciamos aquel mes de febrero el camino que nos llevaría a conocer a nuestro primer tesoro.

El embarazo iba desarrollándose de manera normal, sin embargo en la semana 12 de gestación comencé a tener unos sangrados que me hicieron temer sufrir una nueva perdida, una vez el ginecólogo me examino, pudo descubrir que se trataba de un hematoma intrauterino y que debía guardar reposo por al menos un mes mas.

A pesar del inicio tan desalentador mi bebé continuó gestándose de manera adecuada, cada día se volvía mas grande y yo también, acudí sagradamente a cada control realice los cursos de preparación para el parto como es normal, y me mentalice a tener un bebé sano y fuerte por medio de un parto natural.

En la semana 38 comencé las visitas mas seguidas donde mi ginecólogo, estas se hacían con la intención de verificar si había empezado a dilatar y si mi bebé estaba bien en el útero, hasta ese momento todo perfecto, pero empezaron a pasar los días y las semanas y yo no dilataba absolutamente nada, llegada la semana 40 mi ginecólogo me recomendó que procediéramos a inducir el parto, esto debido a que mi bebé ya no tenia las mejores condiciones en el útero, yo accedí por que igual estaba convencida de que mi bebé nacería por parto natural, la noche previa no dormí nada, pase de largo completamente ansiosa pues se venía el momento tan esperado, finalmente iba a conocer a mi bebé, a las 5 de la mañana salimos cargados de maleta e ilusiones rumbo a la clínica donde nacería mi bebé. Una vez allí me prepararon, me pusieron la bata y me dieron las indicaciones a seguir, me pasaron a una camilla y el medico procedió a aplicarme pitosin (medicamento usado para la inducción) en ese momento ya eran las 7 de la mañana, durante toda la mañana me estuvieron monitoreando a mi y a mi bebé, pero yo notaba con angustia que a pesar de que el medicamento ya debía haber hecho efecto yo no había dilatado absolutamente nada, después de varias horas a eso de la 1 pm mi ginecólogo me pidió que considerara la cesárea, el bebé no se había movido, yo no había dilatado y ya se estaba presentando un sufrimiento fetal, la verdad me aterre, llevaba mucho tiempo preparándome para tener a mi bebe naturalmente y ahora me veía forzada a tomar una decisión, en ese momento con mi esposo pensamos que el bienestar de mi bebé era lo primordial así que accedimos a la cesárea, así es como a las 3:30 pm de aquel mes de noviembre nuestro dulce bebé vio la luz del mundo, nació hermoso pesando 3.200 y midiendo 52 cm.

Pero la historia no quedo allí, después de nacer a mi pequeño retoño lo tuvieron que dejar hospitalizado por una ictericia neonatal, y yo me quede con el, durante ese tiempo en la clínica conocí a otras mamas que comenzaron a cuestionarme la decisión de la cesárea insinuando incluso que yo no era una verdadera madre por no haber parido a mi bebé por la vagina, en esos momentos de gran sensibilidad me hicieron dudar fuertemente de la opinión de mi médico, pero como siempre la vida misma me mostró una realidad completamente diferente.

Cuando llevábamos 3 días en la clínica me encontraba en la sección de neonatos cuidando a mi bebé y allí llego una mamá con su bebita que estaba en coma, una situación espantosa que me dolió ver, conversando con ella acerca de las circunstancias que llevaron a su bebé a esta situación, me contó que al igual que yo ella no había dilatado durante el parto, pero que su ginecólogo a diferencia del mio, era enemigo declarado de las cesáreas, incluso la llamo floja cuando le pidió que le hiciera una porque casi no sentía a su bebé, tuvo que llegar una enfermera y sentir que los latidos del bebé no estaban bien para que accediera a hacerle el procedimiento, pero lamentablemente ya la niña había sufrido un daño cerebral.

No quiero con esto asustarlos, pretendo que entiendan que no deben satanizar un procedimiento por creencias retrogradas o basadas en cuentos de abuelas, la cesárea es un procedimiento que en la mayoría de las ocasiones salva vidas, que esta destinada a garantizar el bienestar de la madre y de su bebé, entiendo que no siempre son necesarias, y es por este motivo que debemos entablar una buena relación con nuestro medico que nos permita generar confianza para entender mejor sus decisiones, si tu médico no te da confianza lo mejor es despacharlo, tu tranquilidad y el bienestar de tú bebé están por encima de todo.

¿Cuáles Son Las Razones De Los Partos Por Cesárea?

Hay muchas razones por que un médico podría recomendar un parto por cesárea. Algunas cesáreas ocurren en situaciones críticas, algunos se utilizan para prevenir situaciones críticas, y algunos son electivos.

Placenta previa: Esto ocurre cuando la placenta se encuentra bajo en el útero y parcialmente o completamente cubre el cérvix. Uno de cada 200 mujeres embarazadas experimentarán placenta previa durante el tercer trimestre. El tratamiento involucra un reposo en cama y el monitoreo frecuente. Si una placenta previa completa o parcial se ha diagnosticado, una cesárea es generalmente necesario. Si una placenta previa marginal se ha diagnosticado, un parto vaginal puede ser una opción.

Desprendimiento prematuro de placenta: Esto es la separación de la placenta de la pared uterina que habitualmente ocurre en el tercer trimestre. Aproximadamente el 1% de las mujeres embarazadas experimentarán desprendimiento de la placenta. La madre va a experimentar sangrado en el lugar de la separación y el dolor en el útero. Esta separación puede interferir con oxígeno que llega al bebé, y dependiendo de la gravedad, se puede realizar una cesárea de emergencia.

La ruptura uterina: En aproximadamente 1 de cada 1.500 nacimientos, el útero desgarra durante el embarazo o parto. Esto puede conducir a una hemorragia en la madre e interferir con el suministro de oxígeno del bebé. Esto es una razón por la cesárea inmediata.

Posición de nalgas:Cuando un bebé está en posición de nalgas, un parto por cesárea es a menudo la única opción, aunque un parto vaginal se puede hacer en ciertas circunstancias. Sin embargo, si el bebé está en peligro o tiene prolapso de cordón (que es más común en bebés de nalgas) una cesárea es necesaria . Una cesárea también se puede hacer si el bebé es prematuro.

Prolapso del cordón: Esta situación no ocurre a menudo, pero cuando lo hace, se realiza una cesárea de emergencia. Un prolapso de cordón ocurre cuando el cordón umbilical se desliza a través el cerviz y sobresale de la vagina antes de que nazca el bebé. Cuando el útero se contrae, causa la presión en el cordón umbilical, que disminuye el flujo de sangre al bebé.

El sufrimiento fetal : La causa más común de sufrimiento fetal es la falta de cantidades adecuadas de oxígeno entregado al bebé. Si la monitorización fetal detecta un problema con la cantidad de oxígeno que el bebé está recibiendo, se puede realizar una cesárea de emergencia.
La falta de progreso en el parto: Esto puede ocurrir cuando el cerviz no ha dilatado por completo, el parto ha desacelerado o detenido, o el bebé no está en una posición de nacimiento óptimo. Esto puede estar diagnosticado correctamente una vez que la mujer está en la segunda fase (más allá de 5 centímetros de dilatación), ya que la primera fase del trabajo de parto (0-4 centímetros de dilatación) es casi siempre lento.

Cesárea repetida: El noventa por ciento de las mujeres que han tenido una cesárea son candidatos para un parto vaginal después de una cesárea (PVDC) para su próximo nacimiento. El mayor riesgo que implica un parto vaginal es la ruptura uterina, lo que sucede en 0,2-1,5% de PVDC. Sin embargo, hay criterios que debe cumplir con el fin de tener un PVDC. Consulte con su proveedor de atención médica sobre su situación actual y sus opciones.

Desproporción cefalopélvica (CPD): Un verdadero diagnóstico de la CPD ocurre cuando la cabeza del bebé es demasiado grande o la pelvis de la madre es demasiada pequeña para permitir que el bebé pase a través.

Herpes genital activo: Si la madre tiene un brote activo de herpes genital (diagnosticado por un cultivo positivo o lesiones reales), una cesárea puede ser programado para evitar que el bebé está expuesto al virus al pasar por el canal del parto.

Diabetes: Si usted desarrolla diabetes gestacional durante su embarazo o es diabético, puede tener un bebé grande u otras complicaciones. Esto aumenta la probabilidad de tener una cesárea.

Preeclampsia: La preeclampsia es una condición que implica la presión arterial alta durante el embarazo. Esta condición podría prevenir la placenta de conseguir la cantidad adecuada de sangre necesaria y reducir el flujo de oxígeno al bebé. El parto a veces se recomienda como un tratamiento para esta condición. Sólo con preeclampsia severa es una cesárea necesaria.

Defectos de nacimiento: Si el bebé ha sido diagnosticado con un defecto de nacimiento, una cesárea se puede realizar para ayudar a reducir más complicaciones durante el parto.

Los nacimientos múltiples: Los gemelos pueden estar nacido por vía vaginal dependiendo de sus posiciones, pesos estimados, y la edad gestacional. Los múltiplos de tres o más son menos propensos a estar nacido por vía vaginal.



Tomado de http://americanpregnancy.org/es/labor-and-birth/reasons-for-a-cesarean/

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